Publicado por Joaquín Olona y Javier Lorén en Heraldo de Aragón (5-08-2014).
Las políticas que impulsa la UE con su presupuesto carecen del debate y legitimidad propias de una democracia avanzada. Sin embargo condicionan, de forma muy determinante, las políticas nacionales y regionales sin que sepamos muy bien a qué intereses responden unas decisiones que benevolentemente atribuimos a Europa. Por ejemplo, pagar a los agricultores a cambio del cumplimiento de ciertas exigencias ambientales sin importar la productividad de su trabajo ni la comptetitividad de sus productos, que no es lo que necesita nuestro sistema agroalimentario.
Felicitaciones por el artículo.