Por Joaquín Olona. Versión actualizada de la propuesta de Reforma de la PAC remitida a la Ministra García Tejerina y al Comisario Hogan. 28 de enero 2017.
La Política Agrícola Común (PAC) debe mejorar su utilidad de modo que contribuya al logro de una agricultura productiva y sostenible que, en el marco del modelo familiar y de la actividad vinculada al territorio, resulte atractiva para los jóvenes y las mujeres, genere valor añadido y empleo, garantice el uso eficiente de los recursos así como su adaptación a las condiciones de cambio climático.
Para ello se precisa una reforma en profundidad que elimine los derechos históricos, los pagos por superficie y la regionalización productiva, compensando directamente la renta de los agricultores en función del ejercicio real de la actividad agraria que llevan a cabo.
Es preciso incluir, como beneficiarios potenciales de la PAC, a todos los agricultores y ganaderos independientemente de su orientación productiva y dimensión, modulando la compensación de renta en función de tres parámetros fundamentales:
- La dependencia agraria de la renta total, primando la profesionalidad.
- La productividad de la explotación, penalizando la ociosidad.
- La dimensión económica de las explotaciones, evitando la insuficiencia.
También es preciso condicionar los pagos al cumplimiento de buenas prácticas así como a la generación de beneficios ambientales y sociales verificables.