Agua y seguridad alimentaria.

Ponencia de Joaquín Olona en el curso «Derecho y Gestión del Agua» organizado por la Confederación Hidrográfica del Ebro. Zaragoza, 16-18 de Junio de 2014.

Para extender y garantizar la seguridad alimentaria  se necesitan grandes avances en eficiencia, justicia y equidad lo que exige profundas innovaciones, no sólo tecnológicas sino también institucionales.

La Seguridad Alimentaria afecta a todos y exige coordinar políticas eficaces en el ámbito de la agricultura, la sanidad, la educación, la economía y el medio ambiente. Sin ser, por tanto, una mera cuestión de producción, la productividad agrícola seguirá siendo determinante durante los próximos años.

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El agua resulta esencial para la agricultura y, por tanto, para la alimentación. Siendo muy abundante globalmente, su accesibilidad local queda en muchos casos condicionada por razones  físicas, tecnológicas, económicas o institucionales.

El regadío es un factor esencial  de productividad,  sobre todo en las zonas áridas.Sin que sea completamente cierto que el regadío concentre el mayor consumo de agua, la política vigente sobreestima su  potencial de ahorro y debería evolucionar hacia un enfoque más realista y eficaz, mejor interrelacionada con la agricultura y la alimentación siendo necesario que supere el vigente paradigma centrado en la escasez y el ahorro.

Es preciso un nuevo paradigma económico y político para la asignación del agua sabiendo que la política de precios  orientada hacia la competencia entre usos y usuarios  no es necesariamente la más indicada siendo preciso desarrollar soluciones institucionales más específicas basadas en la cooperación y sobre las que en España existe una valiosa experiencia y tradición en torno a las Comunidades de Usuarios y las Confederaciones Hidrográficas.

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