Ponencia presentada en San José (Costa Rica), 5 de Mayo de 2014.
Frente al interés que muestran países como Costa Rica por las políticas públicas europeas, resulta lamentable comprobar el desinterés y desconocimiento que demuestran nuestros propios políticos y medios de comunicación por dichas políticas, incluso en plenas elecciones europeas. La Política Regional, que tras la PAC es la segunda con más dotación presupuestaria para la etapa 2014-2020, es objeto de referencia en América Latina en el marco del proyecto EUROsociAL.
Para afrontar la desigualdad social y territorial hacen falta, hoy más que nunca, políticas públicas eficaces, ambiciosas y audaces. La Cohesión es el principio en base al que la UE afronta la desigualdad entre sus Estados y Regiones.
Estando obligadas a contribuir a la cohesión todas las políticas comunitarias, la Política Regional es su principal herramienta. Lo es hasta el punto de que Política Regional y Política de Cohesión suelen utilizarse habitualmente como sinónimos.
Aunque la idea de reducir las diferencias regionales está en el Tratado de Roma de 1957, la Política Regional empieza a hacerse operativa con la aparición de la DG Regio de la CE (1968), se potencia con la creación del FEDER (1975) y adopta su formulación actual a partir del Acta Única de la UE de 1988, que introduce el principio de la Cohesión.
Jacques Delors, uno de los grandes impulsores del proyecto europeo, hacía referencia al necesario equilibrio entre competencia, propia del mercado, y cooperación, propia de la política. “La mano visible del mercado”, tal y como calificaba a la Política Regional su anterior Comisaria Danuta Hubner, refleja la necesidad de corregir los desequilibrios sociales y territoriales que los propios mercados generan.
La Política Regional se ha ido simplificando operativamente hasta su aplicación en las tres actuales categorías regionales, definidas en función del nivel de su PIB/habitante en relación con la media de la UE. El principio de concentración se demuestra en la asignación del 68,7% de los recursos financieros a las regiones más retrasadas, que concentran poco más del 20% de la población total europea.
La Estrategia Europa 2020 define los objetivos y metas para el período de programación 2014-2020 ahora puesto en marcha y a los que la Política Regional debe contribuir de forma especialmente relevante, a saber: Empleo, Innovación, Cambio Climático, Educación y Pobreza.
El presupuesto total de la UE y su asignación a las diferentes rúbricas es fruto de la negociación en el ámbito de las instituciones europeas. Para el periodo 2014-2020 es prácticamente 1 billón de €, de los que un tercio corresponden a la Política Regional que, tras la Agrícola, es la segunda política en dotación presupuestaria. Una de las principales lecciones aprendidas es no afrontar todos los problemas a la vez porque eso conduce a la ineficacia cuando no a la inoperancia o al fracaso. Los recursos y capacidades, sean los que sean, siempre son limitados y de ben concentrarse en las necesidades más relevantes. Para la nueva etapa 2014-2020, los ámbitos seleccionados para la Política Regional han sido I+D+i, PYMEs, TIC y Economía Baja en Carbono.