Publicado por Joaquín Olona en AgroNegocios, 11 de Abril de 2014.
En una sociedad democrática, la legitimidad de las políticas públicas, entre ellas la agrícola, no es producto de la naturaleza de unos u otros intereses ni de quienes los representan sino de su coherencia con las preferencias mayoritarias de la sociedad.
A ciencia cierta, nadie sabe cómo se distribuye el peso de la preferencia social entre las distintas funciones que unos y otros atribuyen a la agricultura. Sin embargo, no debería olvidarse que la provisión de alimentos es la razón de ser de la agricultura y que, para la mayoría de las zonas rurales, sigue siendo la base de su economía. 
Joaquín
La transferencia de rentas desde la sociedad hacia el sector agrícola es una necesidad desde el momento que esa sociedad no puede soportar que el precio de los alimentos se rija por leyes de oferta-demanda. La peculiaridad de los mercados agrícolas, me refiero aqui exclusivamente a los productos agricolas de primera necesidad tal como los cereales, es que su demanda es inelástica (no se consume mas por muy barato que sea el producto o menos por muy caro que sea) y su oferta completamente azarosa (por causas climaticas principalmente) y tambien inelastica (por la limitacion del factor tierra). Esta peculiaridad origina que el encuentro entre la oferta y la demanda, cuando esto ocurre libremente, se hace a costa del hambre y de la muerte de cientos de miles de personas. Esto es lo que las sociedades desarrolladas no pueden permitirse y es el origen de la creacion de los graneros comunales, que han existido en todas las civilizaciones desarrallodas a lo largo de la historia. La PAC no es otra cosa que la version moderna del granero de José y el faraón.
Ahora bien, si los mercados agricolas no se pueden regir por leyes de oferta-demanada, y además hay que construir un excedente estructural de productos agricolas para paliar los cliclos de bajas cosechas ¿cómo se remunera a los agriculores? ¿como se fijan los precios de sus producciones?. Pues de forma completamente artificial a base de subvenciones para paliar el efecto de precios excesivamente bajos a que da lugar el excendente estructural que es absolutamente necesario. En ese sentido los agricultores son una de especie de semifuncionarios públicos.
Además, al argumento de la suficiencia alimentaria, se ha unido recientemente el argumento de la vertebracion del territorio. El territorio rural europeo colapsaría sin ayudas a la agricultura. Es la razón por la que la excepcionalidad economica de los alimentos basicos se ha ampliado a muchos otros productos como el vino, el azucar, el tabaco, etc.
No creo que la sociedad en su conjunto sea consciente de este complejo mecanismo. La sociedad europea lo unico que ve es que su despensa está permanentemente llena, a precios muy baratos y que en los pueblos sigue habiendo gente y que están bien cuidados cuando llega a su segunda residencia durante las vacaciones. Son las élites de la Union Europea las que son conscientes del valor estratégico de la suficiencia alimentaria y de la vertebracion del territorio. Por ello la pregunta de por qué la sociedad apoya la transferencia de rentas a la agricultura no tiene una repuesta clara. En mi opinion la sociedad ni siquiera es plenamente consciente de ello. Mas que apoyarlo lo acepta como algo dado, de la misma manera que acepta el coste del ejercito sin que ninguno sepamos exactamente a cuanto asciende dicho coste ni cuales serian las consecuencias de aumentarlo, disminuirlo o directamente suprimirlo. Lo que se notaba hace unos años era cierto cansancio entre dichas élites en la defensa de ese modelo excepcional para la agricultura, de ahí todos los movimientos hacia la disminución del presupuesto agrícola, hacia la liberalización de los precios de mercado auspiciada por la OMC que iba llevando a la muerte de la PAC. Sin embargo, el impacto de la última crisis alimentaria mundial ha sido grande y creo que los goberantes actuales le han visto las orejas al lobo del encarecimiento de los cereales y creo que la actual crisis en Ucrania va a reforzar esta percepcion. Tener trigo es tan importante o mas que tener bombas nucleares.
Respecto al grafico 2, el Valor de la produccion final agraria es muy engañoso ya que durante muchos años la transferencia de renta a los agricultores se hizo via precio de producto (el precio era sostenido artificialmente por encima de un umbral mendiante la intervencion y almacenamiento publico) y despues se fue progresivamente desacoplando hasta realizar la transferencia totalmente mediante el pago por superficie, con la cosiguiente bajada del precio de mercado.
El problema de la «excepcionalidad agrícola» es la arbitrariedad en el reparto del dinero. En esto no es muy distinta de otros sectores fuertemente regulados, e incluso sale bien parada si se compara con ejemplos recientes como la Banca.