Por Joaquín Olona.
A punto de cumplir ocho siglos, es la empresa más antigua de España y una de las más veteranas del mundo. Cincuenta y cinco años antes de que Alfonso X el Sabio fundase, en 1273, La Mesta castellana, su suegro Jaime I el Conquistador instituyó, en 1218, la Casa de Ganaderos de Zaragoza.
La finalidad de la “Casa Ganaderos”, al igual que La Mesta, fue defender y administrar los privilegios de la entonces poderosa ganadería lanar. La importancia económica de la lana fue tal, que los privilegios obtenidos por los ganaderos llegaron a incluir la jurisdicción civil y penal. Una situación completamente alejada de la actual, en la que la ganadería ovina depende de las subvenciones europeas.
Pero entre la Mesta y la Casa de Ganaderos hubo diferencias institucionales muy acusadas. La independencia de la Casa de Ganaderos respecto de la monarquía y de cualquier otro poder político o económico contrastó con la supeditación de la Mesta a los reyes castellanos. Mientras quien administraba justicia en La Mesta era designado por el rey, quien lo hacía en la Casa de Ganaderos, el Justicia de Ganaderos, lo elegían por votación los propios ganaderos zaragozanos entre una terna obtenida en un sorteo en el que todos los que pertenecían a la Casa estaban obligados a participar. Lo hicieron así hasta la llegada de Felipe V, que exigió que el nombramiento del Justicia de Ganaderos fuese ratificado por la Real Audiencia. Las sentencias de este Justicia, desde la simple amonestación hasta la horca, fueron inapelables hasta que Felipe V también exigió que todas las sentencias de carácter penal se pudieran recurrir ante la Audiencia.
La Mesta fue abolida en 1836, desapareciendo completamente. La Casa de Ganaderos perdió definitivamente todas sus potestades jurisdiccionales en 1828, por Real Decreto de Fernando VII, pero todavía sobrevive. En la actualidad es una Sociedad Cooperativa Limitada dedicada a la comercialización de los corderos producidos por sus socios. Pero también, presta atención a la conservación y custodia de su valioso archivo. Los miles de documentos que lo forman incluyen el Acta Fundacional de 1218, otorgada por Jaime I, así como muchos otros emitidos por destacados personajes históricos, entre ellos el propio Fernando el Católico.
Al igual que la Mesta desempeñó un papel determinante en el devenir económico, político y territorial de Castilla, la Casa de Ganaderos, junto con otras instituciones similares en Tauste, Ejea, Albarracín y otras localidades, también lo ejercieron en Aragón. Sin embargo, existen muy pocos estudios sobre las causas por las que estas instituciones, gobernadas directamente por los propios ganaderos, resultaron tan eficaces, ejercieron tanta influencia y fueron capaces de sobrevivir durante tantos siglos.
Seguro que del estudio del Archivo que la Casa de Ganaderos pone de disposición de estudiosos e investigadores pueden sacarse enseñanzas prácticas y útiles, incluso para nuestro tiempo. Porque, seguramente, si algo ha sabido hacer bien esta institución ha sido evolucionar para adaptarse y readaptarse sucesivamente a los nuevos tiempos.
Historia de la Casa Ganaderos de Zaragoza escrita por su archivero, Armando Serrano.
Acceso a la página web de la Fundación que custodia el archivo.