POLÍTICA AGRARIA A FINALES DEL SIGLO XIX.

La excesiva tributación a la que estaba sometida la algricultura a finales del siglo XIX dificultaba la afluencia de capital necesario para su mejora.

Lo señalaba en 1887 el ingeniero agrónomo Vicente Bas y Cortés en su  libro «La agricultura a finales del siglo XIX». El exceso de tributación lo justificaba en base a la cuantía y evolución de la contribución territorial que, expresada como porcentaje de la renta, había pasado de un valor medio del 12 % durante la década 1845-1855 al 21% en 1872.

Señala el autor que permanecen los estorbos políticos, morales y físicos a los que hacía referencia Jovellanos en su Informe sobre la Ley Agraria. Culpa a los ministros de Hacienda de contemplar ka agricultura como fuente inagotable de recursos y de tratarla (dice literalmente) como la gallina de los huevos de oro.

Denuncia la falta de estadísticas así como la falta de atención y desinterés del Instituto Geográfico y de Estadística por la agricultura. Se queja de que dicho Instituto sólo se ocupe del Mapa de España, en el que gasta 1.716.850 pta de un presupuesto anual de 2.413.345 pta. De la agricultura, afirma desconocerse absolutamente todo, incluso la superficie cultivada.

También ofrece información sobre las infraestructuras de comunicación, que las considera insuficientes. A fecha 28-02-1885 cuantifica 23.574 km de carreteras y 9.213 km  de ferrocarriles. Dice que las malas comunicaciones encaren los artículos de comer, beber y arder.

Respecto de las infraestructura agrícolas informa de la existencia de 1.094 km de canales de riego y de 319.750 ha de regadío. Señala, como más destacados, el Canal de Castilla, el canal de Urgell, el Canal Imperial de Aragón y el Canal de Lozoya.

Denuncia que el Ministerio de Fomento, que es donde se incluye la Dirección General de Agricultura, es la entrada para los hombres públcios que hacen su ensayo en él para aprender a gobernar la nación, cosa que, generalmente, no consiguen. Unos cargos públicos que se otorgan como premio pero no en función de la capacidad y conocimiento.

Otras deficiencias a las que hace referencia son la falta de crédito agrícola, la falta de hábitos asociativos que dificulta el acceso a la mecanización o la pretensión de que todas las mejoras partan del Gobierno.

Entre los datos curiosos que aporta es la cifra de los 159 ingenieros agrónomos que, en 1886, había en España.

Fuente documental: Repositorio Electrónico Agroalimentario CitaREA ; http://www2.cita-aragon.es/citarea/

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